Orejas de cerdo con freidora de aire
Receta de Orejas de Cerdo con Freidora de Aire
Descripción
Esta receta te enseñará cómo preparar orejas de cerdo crujientes y deliciosas utilizando una freidora de aire. Las orejas de cerdo son un platillo popular en muchas culturas debido a su textura crujiente y su sabor único. Con esta receta, podrás disfrutar de las orejas de cerdo sin tener que usar una gran cantidad de aceite. ¡Vamos a cocinar!
Ingredientes
- 4 orejas de cerdo
- Sal al gusto
- Pimienta al gusto
- Aceite en aerosol
Preparación
Paso 1: Preparar las orejas de cerdo
Comienza por limpiar y lavar las orejas de cerdo bajo agua fría. Luego, sazónalas con sal y pimienta al gusto. Asegúrate de cubrir las orejas de cerdo uniformemente con las especias.
Paso 2: Precalentar la freidora de aire
Enciende tu freidora de aire y precaliéntala a 200°C durante aproximadamente 5 minutos. Mientras tanto, prepara una bandeja con papel de cocina para colocar las orejas de cerdo una vez estén cocidas.
Paso 3: Cocinar las orejas de cerdo
Coloca las orejas de cerdo en la cesta de la freidora de aire y asegúrate de que estén separadas entre sí para que puedan cocinarse de manera uniforme. Rocía un poco de aceite en aerosol sobre las orejas de cerdo para ayudar a que se vuelvan aún más crujientes.
Paso 4: Freír las orejas de cerdo
Coloca la cesta con las orejas de cerdo en la freidora de aire precalentada y ajusta la temperatura a 180°C. Cocina las orejas de cerdo durante 10 minutos, luego ábrela y voltéalas para asegurarte de que se cocinen de manera uniforme por ambos lados.
Paso 5: Finalizar la cocción
Vuelve a colocar las orejas de cerdo en la freidora de aire y cocina durante otros 10 minutos a 180°C. Esto ayudará a que las orejas de cerdo se vuelvan más crujientes y doradas.
Paso 6: Servir y disfrutar
Una vez que las orejas de cerdo estén cocidas a la perfección, retíralas de la freidora de aire y colócalas en la bandeja preparada con papel de cocina para eliminar el exceso de aceite. Sirve las orejas de cerdo calientes y disfrútalas como aperitivo o como parte de un plato principal. ¡Buen provecho!