Churros de chocolate blanco con freidora de aire
Receta de Churros de Chocolate Blanco con Freidora de Aire
Los churros de chocolate blanco son una deliciosa variante de los tradicionales churros, perfectos para los amantes del dulce. En esta receta te enseñaremos a prepararlos de forma sencilla y rápida utilizando una freidora de aire, lo que los hace más saludables al reducir la cantidad de aceite utilizada en su preparación. ¡Anímate a probarlos!
Ingredientes:
- 1 taza de harina de trigo
- 1 taza de agua
- 2 cucharadas de mantequilla
- 1 pizca de sal
- 150g de chocolate blanco
- Azúcar glass (opcional, para decorar)
Preparación:
1. Preparación de la masa: En un cazo, calienta el agua junto con la mantequilla y la pizca de sal hasta que hierva. Añade la harina de trigo de golpe y remueve rápidamente con una cuchara de madera hasta que la masa se despegue de las paredes del cazo. Retira del fuego y deja enfriar.
2. Relleno de chocolate blanco: En un bol apto para microondas, derrite el chocolate blanco a intervalos de 30 segundos, removiendo cada vez para evitar que se queme. Una vez derretido, rellena una manga pastelera con el chocolate y reserva.
3. Formación de los churros: Coloca la masa en una manga pastelera con boquilla rizada. Forma los churros sobre una bandeja con papel de hornear, dándoles la forma tradicional alargada. Precalienta la freidora de aire a 180°C.
4. Cocinado de los churros: Introduce los churros en la freidora de aire, procurando que no se toquen entre sí para que se cocinen de forma uniforme. Cocina durante 10 minutos o hasta que estén dorados y crujientes.
5. Relleno de los churros: Una vez cocidos, retira los churros de la freidora y deja que se enfríen ligeramente. Con la manga pastelera de chocolate blanco, rellena los churros por uno de los extremos.
6. Decoración: Espolvorea azúcar glass sobre los churros rellenos de chocolate blanco para darles un toque dulce adicional y un aspecto más atractivo.
¡Listo! Ya tienes listos tus churros de chocolate blanco preparados en freidora de aire. Disfrútalos en el desayuno, la merienda o como postre, acompañados de un buen café o un vaso de leche. ¡Buen provecho!